Históricamente la comunidad de Lesbianas, Gay, Bisexuales, Transgéneros, Transexuales, Intersexuales y Queer (LGBTIQ) ha sido sujeta de estigma y discriminación por parte de la sociedad, el Estado y diversas instituciones que lo conforman. Situación que se vuelve mucho más grave cuando no existe una garantía del pleno goce de los Derechos Humanos.
Judicialización de “Crímenes por Odio” en población LGBTIQ, El Salvador
Derechos Humanos
Crimenes por Odio
Organizaciones de Derechos Humanos LGBTIQ
Trabajo de las Instituciones de Justicia
Avance en las Investigaciones
Por Félix Ramírez
Periodista
Karla Johana Martínez es una Mujer Trans que nació en Nahuizalco, tiene 31 años de edad. Alcanzado la edad promedio de sobrevivencia de chicas Trans en El Salvador. ¨Tenía 11 años cuando un día senté a mi mamá y le dije ¿sabes qué? soy una persona diferente, no soy como los demás niños, no me atraen las niñas¨ comenta Karla mientras acomoda su larga cabellera.
Según datos de la Federación LGBTIQ El Salvador que aglutina un total de 12 organizaciones defensoras de Derechos Humanos en lo que va del año 2019 se contabilizan 8 crímenes por odio los cuales no han tenido mayor avance en las investigaciones para su judicialización.
¨Estamos evidenciando, la saña, la tortura, los tratos crueles e inhumanos, que sufren los cuerpos de las mujeres Trans. Desde el año 2017 ya tenemos documentados 20 casos de mujeres Trans que ha sido asesinadas con lujo de barbarie¨ afirmó Bianca Rodríguez, Secretaria General de la Federación LGBTIQ El Salvador.
En el año 2015 se reformó el Código Penal salvadoreño estableciendo y reconociendo en los artículos 129 y 155 los crímenes basados en la orientación sexual, identidad y expresión de género. ¨En el caso de Camila Díaz el juez ya dictaminó que fue un crimen por odio. Este sería el primer caso judicializado de ser encontrados culpables porque aún falta la audiencia final¨ declaró Mónica Linares, Directora Ejecutiva de ASPIHD Arcoíris.
Sobre el caso de Camila Díaz se maneja que fue privada de libertad el 31 de enero del presente año por tres agentes policiales de quienes recibió numerosos golpes durante la detención posteriormente fue abandonada con vida en un predio baldío, murió a los tres días en El Hospital Rosales de San Salvador.
Ante este escenario ser de la comunidad LGBTIQ en El Salvador es un verdadero desafío ¨ Me fui de casa por cosas del destino a muy temprana edad, en el camino me encontré con algunas chicas trans, travestis y gay. Fueron quienes me inspiraron a emprender mi proceso de ser una mujer, de ser Karla Johana Martínez¨ describe Karla.
Sobrevivir en las calles de la capital salvadoreña no fue fácil según comenta Karla ¨Yo dormí en las calles. La ausencia de mi familia me acercó a hacer cosas que no imagine, como nos toca vivir a muchas chicas transexuales por falta de aceptación de la familia, de la sociedad. La sociedad te discrimina, te da la espalda llevándote a la prostitución, el alcoholismo, las drogas, experiencias que no son nada agradables pero en mi vida han sido necesarias para llegar a ser quien soy¨
Anahy Rivas una chica trans no corrió con la misma suerte, ella fue asesinada la madrugada del 27 de octubre pasado y su cuerpo abandonado frente a una discoteca en San Salvador. Según la versión del hecho hombres desconocidos en una camioneta llegaron donde la víctima quien se encontraba en sus labores cotidianas, la tomaron por la fuerza, la raptaron y la asfixiaron hasta causarle la muerte. Sobre este caso no se registran capturas ni avance en las investigaciones.
La Asociación Comcavis Trans dio a conocer que el cadáver de otra víctima fue encontrado lapidado el pasado 16 de noviembre, en el cantón Cara Sucia del municipio de San Francisco Menéndez, en el departamento de Ahuachapán. La víctima, conocida como Victoria de 44 años, estaba desnuda tirada a media calle con la cabeza destrozada a golpes y presentaba lesiones en diferentes partes del cuerpo.
Una semana antes de este hecho fue encontrado en el rio Torola en Morazán el cuerpo de Jade Camila quien había sido reportada como persona desaparecida días antes. Jade fue asesinada y cuyo cuerpo fue lanzado al rio que atraviesa los municipios de Osicala y Meanguera en el departamento de Morazán.
¨La tortura ha sido el factor en común que todos los casos han tenido. El caso del 11 de enero de este año del compañero en San Miguel, Jorge Castillo recibió 11 disparos en el rostro donde pone en evidencia ese odio esa intolerancia. También el caso de Lolita donde fue asesinada a machetazos en lenguaje salvadoreño¨. Afirmó Bianka Rodríguez
¨Sabemos que los cuerpos de las mujeres trans se ve reflejado ese odio contra la mujer, pero también por ser trans. Es un odio irracional por tener una identidad de género que diverge de la no binaria¨. Acoto Rodríguez activista de Derechos Humanos.
Asi mismo, William Hernández Director Ejecutivo de la Asociación Salvadoreña de Derechos Humanos Entre Amigos expresó: "la tortura y la vejación son las formas usadas por los criminales para acabar con la vida de estas personas… no se mata a cualquier mujer, se mata a mujeres que de alguna manera han tomado la decisión de no seguir siendo dominadas en los ámbitos familiares, económicos, laborales y sociales".
Según el comunicado emitido por el Procurador Adjunto de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos Julio Bendek, el funcionario recomienda al Fiscal General de la República Raúl Melara y al Director de la Policía Nacional Civil (PNC), Mauricio Arriaza, que garanticen que las investigaciones en torno a los crímenes por odio, tengan celeridad, diligencia, efectividad y sin discriminación. Además, deberán tomar en cuenta las manifestaciones de rechazo, odio e intolerancia que algunas personas muestran a otras por su identidad y/o expresión de género, contempla el documento oficial emanado por la entidad defensora de los derechos humanos.
Las entidades como la Fiscalía General de la República y Policía Nacional Civil, tras ser consultadas sobre las investigaciones y avances sobre los crímenes de odio registrados en el año 2019, sus unidades de comunicación remiten hacia la Oficinas de Información para poder obtener datos sobre los temas requeridos.
"Es preocupante el silencio de las autoridades nuestro deber como organizaciones es tomar las denuncias de la comunidad y hacerlas públicas, pero el encargado de investigar es el fiscal general y de aplicar justicia y una condena son los jueces", indicó Hernández.
Ante este contexto de violencia hacia la comunidad LGBTIQ y un Estado que no garantiza justicia y garantía de Derechos Humanos Karla expresa: ¨Parte de mi reto ha sido la sociedad, la cual no acepta que tú puedas vivir una vida libremente como un ser humano, siempre te van a etiquetar, te van a señalar, porque la sociedad no ha aprendido a respetar la identidad de género de las personas¨
Actualmente Karla Johana vive en Estados Unidos, es propietaria de un negocio de estilismo, ha logrado sacar su licencia de conducir con su nombre de mujer. Expresa que no ha sido fácil pero que los limites los pone la persona misma. ¨La mayor satisfacción que tengo es que soy una mujer transexual, orgullosa de mi misma, orgullosa de haber alcanzado cada sueño en la vida.¨ concluye Karla Johana Martínez.
Es importante unir esfuerzos y hacer incidencia política en las instituciones del Estado para que haya una plena garantía de los Derechos Humanos y pronta justicia a los crímenes por odio. Así mismo, generar cambios en la sociedad para eliminar prejuicios, estigma y discriminación hacia la población LGBTIQ construyendo entornos seguros para todas las personas.
Esta investigación se realizó en el marco del *Curso Periodismo con enfoque de Derechos Humanos y Género*.